Infancia, amor por el arte y por todas las tradiciones oaxaqueñas. Amor por México.
"Cada colección representa un momento de contemplación, una historia, una vivencia, un periodo de tiempo."
Cada momento es invaluable y hay que saber captar su esencia.
Infancia
Mi vida se desarrolló en un ambiente de baile, de amor por la naturaleza y los animales. Los fines de semana familiares, comidas, primos, días de campo, bicicleta... se resume en familia.
En la universidad descubrí el canto. Otra expresión del arte que me cautivó y me llevo a conocer lugares increíbles de México, arquitectura y sobretodo... amigos maravillosos.
A partir de ese momento, mi vida la resumo en familia, amigos, viajes y un trabajo extraordinario.
Arte
La vida en Oaxaca es disfrutar todo el tiempo de una arquitectura maravillosa, de una gastronomía de las mejores de MÉXICO y lo mejor...la Guelaguetza. La Guelaguetza representó para mí, el encuentro con mi parte artística más profunda, más allá del dibujo, de la contemplación; descubrí el amor por el baile. Y mi vida giró en torno a ello.
Tradiciones
La alfarería significó el comienzo de esta historia. El contacto con el proceso del barro negro, con el barro de Atzompa y la convivencia diaria con quienes desarrollan día a día piezas maravillosas y únicas.
Descubrir los colores y las texturas que encuentras en los textiles oaxaqueños me realizó en la joyería.
"El barro, la arquitectura y los textiles son mi presente."